NO, A LA ENSEÑANZA DE LA RELIGIÓN EN LOS CENTROS PÚBLICOS. (MOCEOP)

(Publicado el 10 de Enero de 2014)

No estamos de acuerdo con el proyecto de ley del ministro Wert, que tanto han aplaudido los obispos, porque nos parece una vuelta a los tiempos del franquismo.

Se trata de querer evaluar la asignatura de religión, como si fuera una asignatura más que puede ser valorada con aprobados o suspensos.

Como muy bien ha dicho el teólogo José Mª Castillo, Jesús no examinó a nadie de religión. A nadie aprobó o suspendió. Él envió a sus discípulos a pregonar la Buena Nueva del Evangelio, invitándolos a salir a todos los pueblos, sólo con el testimonio de sus palabras y su ejemplo y sin dinero, ni alforjas, “ligeros de equipaje”.

Esta ley, que parece haber sido previamente pactada entre el gobierno y los obispos, pretende apoyarse en las estructuras de la enseñanza pública para evangelizar y transmitir la fe. Porque lo han dejado muy claro: “no se tratará sólo de un compendio de religión , sino que será un vehículo para la transmisión de la fe”. Algo que nos parece antievangélico. Parece que los obispos han renunciado a utilizar sus propios medios para anunciar el evangelio. Quizá porque saben del rechazo que provocan en la mayoría de la sociedad por su falta de credibilidad y coherencia evangélica. Jesús no se apoyó en el poder, ni en el prestigio ni en el dinero para anunciar la buena nueva del Evangelio.

Además, esta enseñanza religiosa va a ser financiada al 100% con fondos públicos. Ni siquiera se han ofrecido los obispos a pagar a sus profesores de religión; más , cuando saben que a la Iglesia Católica no se le ha recortado ni un solo euro de los presupuestos del Estado, a pesar de que ha habido recortes en todos los ministerios.

Denunciamos esta connivencia entre el poder político y la Conferencia Episcopal, muy preocupada en mantener unos Acuerdos de corte preconstitucional, que le reporta importantes privilegios, más que en vivir de acuerdo con los valores que Jesús nos transmitió. Por eso, pedimos una vez más la derogación de los Acuerdos Iglesia- Estado, fundamento de unas relaciones que debieran estar basadas en los principios de la no confesionalidad del estado, como pregona nuestra constitución.

Asimismo consideramos deplorables las declaraciones de los obispos andaluces en su nota del día 22 de mayo donde critican los recortes en la educación concertada ( colegios privados) en Andalucía y la eliminación de unidades donde se discriminaba por motivos de sexo aún recibiendo subvenciones públicas, mientras estos mismos obispos y sus compañeros en la Conferencia episcopal, callan ante los brutales recortes del Gobierno Central en materia educativa y en otras partidas sociales. Recortes que repercuten de modo muy directo en los que tienen que acometer las comunidades autónomas. Lo mismo está ocurriendo con otras partidas: sanidad, ley de dependencia etc…

Las religiones- también la católica- deben utilizar sus propios medios para la transmisión de la fe.

Es por eso que nos unimos a todos aquellos que, de modo multitudinario, estos días han expresado su rechazo a este proyecto de ley: las mareas verdes formadas por profesores, padres y alumnos en toda España y todos los grupos políticos, menos el del partido en el gobierno.

Nosotros, como cristianos, pedimos que la religión no se dé en los centros públicos, al menos, no en horario escolar ni financiado con el impuesto de todos los españoles.

Un vuelta a los valores de Jesús, nos parece fundamental.