MOCEOP Y LOS ABUSOS SEXUALES DEL CLERO...

(Publicado el 17 de Diciembre de 2014)

MOCEOP (Movimiento por el celibato opcional) expresa su profundo dolor e indignación por los casos de abusos sexuales cometidos presuntamente por varios sacerdotes en Granada.

Con profundo dolor e indignación hemos seguido estos hechos que han salido a la luz pública a raíz de la carta enviada al papa Francisco por una de las víctimas y que le ha hecho intervenir de manera inmediata llamando personalmente al denunciante para pedirle perdón en nombre de la Iglesia y haciendo intervenir al obispo de la diócesis para que iniciara las investigaciones. Nuestro apoyo total a esta actitud valiente de Francisco.

Valoramos la actitud decidida de esta persona que escribió la carta al papa contando los hechos que él sufrió y denunciándolo posteriormente ante los juzgados, con el fin de evitar que otros menores pudieran sufrir las mismas consecuencias que él sufrió. No solidarizamos con todas las víctimas que hayan podido sufrir estos abusos y que han podido tener unas consecuencias desastrosas en sus vidas.

Por otra parte, pensamos que en el fondo de la cuestión, está el problema de un celibato obligatorio para el clero que puede dar lugar a hechos tan abominables como los que estamos denunciando. Sería mucho más positivo para la Iglesia que el celibato no fuera obligatorio para los sacerdotes, sino optativo y que la sexualidad se pudiera vivir y expresar con toda normalidad como todas las personas y que se pudiera compaginar con el ejercicio del ministerio, así se evitarían desviaciones tan abominables como las que estamos comentando de cometer abusos sexuales con menores y durante muchos años.

Animamos a todas las personas que hayan sido víctimas de hechos similares de abusos sexuales cometidos por sacerdotes , religiosos o religiosas, que tengan la misma valentía que ha tenido esta persona para hacerlos llegar a los juzgados y a los responsables de la Iglesia para que no haya más gente que sufra lo que esta persona ha tenido que sufrir como se ha hecho público estos días en los medios.

Denunciamos la postura de ocultación de estos hechos que hasta ahora ha venido utilizando la Iglesia católica , pensando que así no se hace daño a la Iglesia. Hay que tener en cuenta que, aunque hechos como éstos son considerados unos pecados muy graves desde el punto de vista moral, desde el punto de vista del derecho civil son delitos también muy graves que merecen ser juzgados por los tribunales ordinarios de justicia con todas las consecuencias penales que puedan recaer para los posibles culpables. Compartimos las palabras del papa Francisco que ha dicho: “la verdad es la verdad y no debemos esconderla”. ¡Ya está bien tanta ocultación y falta de valentía por parte de los obispos y sacerdotes ante hechos tan graves!

Asimismo consideramos deplorables las declaraciones de los obispos andaluces en su nota del día 22 de mayo donde critican los recortes en la educación concertada ( colegios privados) en Andalucía y la eliminación de unidades donde se discriminaba por motivos de sexo aún recibiendo subvenciones públicas, mientras estos mismos obispos y sus compañeros en la Conferencia episcopal, callan ante los brutales recortes del Gobierno Central en materia educativa y en otras partidas sociales. Recortes que repercuten de modo muy directo en los que tienen que acometer las comunidades autónomas. Lo mismo está ocurriendo con otras partidas: sanidad, ley de dependencia etc…

Denunciamos la postura de ocultación de estos hechos que hasta ahora ha venido utilizando la Iglesia católica , pensando que así no se hace daño a la Iglesia. Hay que tener en cuenta que, aunque hechos como éstos son considerados unos pecados muy graves desde el punto de vista moral, desde el punto de vista del derecho civil son delitos también muy graves que merecen ser juzgados por los tribunales ordinarios de justicia con todas las consecuencias penales que puedan recaer para los posibles culpables. Compartimos las palabras del papa Francisco que ha dicho: “la verdad es la verdad y no debemos esconderla”. ¡Ya está bien tanta ocultación y falta de valentía por parte de los obispos y sacerdotes ante hechos tan graves!